miércoles, 23 de abril de 2014

¡NOTICIA DE ÚLTIMA HORA!




 
Cada mañana, las personas que ven los noticieros de televisión abierta se llevan una gran noticia:  

¡TIENEN ENFERMEDADES, PADECIMIENTOS, MALESTARES!

Sin embargo, la “bendita” industria farmacéutica tiene un remedio para todo, y hay un comercial exclusivo que nos lo anuncia; sean las hemorroides (las del primo), gastritis (hay quien la para), infecciones vaginales (de las niñas bien), depresión (dalay hermano, dalay), pie de atleta (talcos, sprays y ungüentos), dolor de cabeza, fatiga crónica (pastillas y cápsulas para “dar más”), gripa (el té), tos (jarabes), laringitis (más jarabes), falta de sueño, alergias –no alegrías-, etcétera, etcétera, etcétera…


Entre el 75 y 90% del
espacio comercial
de los noticieros se destina 
a comunicarnos que necesitamos algo,
lo que sea,
pero algo de la industria farmacéutica
nos es necesario.

Es una información que se clava en el inconciente de la familia completa, que al usar el noticiero como reloj durante el ajetreo matutino diario, y antes de salir disparados al trabajo, escuela, guardería -o el destino que sea-, nos llevamos la información de que alguno de estos padecimientos lo debemos también tener. La cotidianidad, la familiaridad y la identificación que se logra a través de los comerciales nos hace creer que como llevamos ese “mismo” ritmo de vida, por lógica viene acompañada de los padecimientos anunciados.

Aquí las imágenes:

-       Señora en camioneta dejando a los hijos en la escuela y que le estalla de dolor la cabeza.
-       El señor de traje corriendo al trabajo y que necesita vitaminas, o mínimo un café.
-       El niño o niña que se moja JUGANDO en la lluvia y por la noche la mamá le da su té porque ya presenta gripa y fiebre.
-       El anciano que intenta cargar algo y le truena la columna.
-       La chica adolescente apenadísima por la infección vaginal que tiene.

Y así, cientos de bombardeos que mercadológicamente están diseñados para generar esa condición aspiracional en la gente, que ya sea por estatus, imitación o definitivamente por la repetición o frecuencia del anuncio, terminamos por generar la empatía necesaria con la escena y el contexto, logrando así la somatización de la condición de salud… y el circuito se cierra en la compra del remedio para el mal.
Otro factor importante es que este bombardeo se da entre un alto número de noticias negativas. Asaltos, secuestros, guerra, devaluación, contaminación, accidentes, fallas políticas y económicas, y sin contar las irrelevantes notas del mundo del espectáculo y el deporte.
Esto nos hace sumamente vulnerables, al bajar nuestra resistencia emocional, para identificarnos con los padecimientos tan anunciados.

¿Y aquí la Trofología qué?

Definitivamente el principio de “Conciencia Alimenticia” que genera la Trofología es el primer paso para dejar de identificarnos con estos mensajes. Esta conciencia nos da alternativas e información contundentes para saber que para todos estos males hay una razón común que es la mala alimentación (o alimentación inconciente). La gran mayoría de las alergias, dolores de cabeza, infecciones y/o baja energía, entre otros más padecimientos son consecuencia de un cuerpo intoxicado, (y no por drogas, alcohol o tabaco) simplemente por tanto agente químico en los alimentos procesados y la ingesta constante de los 5 venenos blancos.
De ahí las depresiones, cansancio, hemorroides, infecciones, catarros por jugar en la lluvia, y otro largo etcétera… Recuerda que en un cuerpo alcalinizado y desintoxicado no hay lugar para hongos, virus ni bacterias, causantes de la gran mayoría de padecimientos anunciados siempre en el maravilloso horario estelar de nuestra “educativa” televisión abierta.

Te invitamos a cursar el diplomado en línea de Trofología que iniciamos este próximo 5 de Mayo, checa nuestros posts con más información.